-Sabes que todos disfrutamos de diferntes sabrores. Algunos prefieren el helado de fresa y otros el de chocolate.
Asenti.
-Lamento emplear la analogía de la comida, pero no se me ocurre otra forma de eplicártelo.
Le dedique una sonrisa y el me la devolvió con pesar.
-Verás, cada persona huele diferente, tiene una esencia distinta. si encierras a un alcoholico en una habitación repleta de cerceza rancia, se la bebera alegremente, pero si ha superado el alcoholismo y lo desea, podria resistirse.
"supongamos ahora que ponemos en esa habitación una botella de Brandy añejo de cien años, el coñac mas raro y equesito y llenamos la habitacion de su calido aroma ... En tal caso, ¿Como crees que le iria?
Permanecimos snetados en silencio, mirandonos a los ojos el uno al otro en un intento de descifrarnos mutuamente el pensamiento.
Edward fue el primero en romper el silencio.
-Tal vez no sea la comparacion adecuada. Puede que sea muy facil rehusar el Brandy. Quiza deberia haber empleado un heroinómano en vez de un alcoholico para el ejemplo.
-Bueno,¿Estas diciendo que soy tu marca de heroina? -le pregunté para tomarle el pelo y animarle.
Sonrio de inmediato, parecio apreciar mi esfuerzo.
-Sí, tu eres exactamente mi marca de heroína.
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